martes, 15 de enero de 2008

Cuando Eolo se enfada.










Llegan vacias mis manos
por amasar malos vientos,
por dudas que son tormentos
y por sufrires extraños.
Soplas en tu singladura
por la besana manchega,
aventas trigo en la era
doradito de hermosura.


Mas, ¡ ay!...,
ya no existe la dulzura
en tu soplar armonioso,
ahora soplas tormentoso
moviendo nubes oscuras.


Emilo.