viernes, 1 de octubre de 2010

Adios.

-Has mostrado ese tenue desespero,
en tus versos a los vientos y las aguas;
y parece no me sirve de consuelo,
que otra mano ya se pose por tu espalda.


Has abierto lo cerrado,- solo nuestro-,
para ver si tu galante se pasara
y pusiese en lo privado su mirada,
pues cansada ya buscabas mi repuesto.


Ya lo veo que te sigue un buen maestro...,
al que tu le enseñaras tu piel dorada,
en caliente situación de tu desierto.


Abandono mi campo de conciertos
y te dejo la salida liberada,
pues mis ojos, se quedaron ya despiertos.


Emilio.


28 de abril de 2009 



No hay comentarios: